domingo, 18 de diciembre de 2011

Morirse es caro y encima te hacen trabajar

Caronte
El que en la mitología griega, caronte tiene la misión de pasar las almas, a través de los pantanos del Aqueronte, hasta la orilla opuesta del río de los muertos; éstos, en pago, deben darle un óbolo. De ahí la costumbre de introducir una moneda en la boca del cadáver en el momento de enterrarlo. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar. Se representa a Caronte como un viejo muy feo, de barba gris e hirsuta, vestido de harapos y en ocasiones con un sombrero redondo. Conduce la barca fúnebre, pero no rema; de ello se encargan las mismas almas. Se muestra con ellas tiránico y brutal, como un verdadero subalterno. Cuando Heracles (Hércules) descendió a los Infiernos, obligó a Caronte a pasarlo en su barca, y como éste se negara, el héroe se apoderó de la percha y le propinó tal paliza que el otro no tuvo más remedio que obedecer. Por otra parte, Caronte fue castigado luego por haber permitido que un vivo penetrase en el reino de los muertos; por ello estuvo un año encadenado. Otros dos mortales consiguieron cruzar el Aqueronte. Uno fue Orfeo, quien con sus cantos encantó a Caronte y a Cerbero para rescatar a su amada, Eurídice, del inframundo. La otra fue Psique, que por órdenes de Afrodita tuvo que bajar al infierno en busca de un frasco de agua de Juvencia.

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