lunes, 8 de febrero de 2016

3, 2, 1 ...¡Acción!

Viridiana


Es una película que vio la luz en 1961 de manos del director Luis Buñuel y está basada en la novela Halma del escritor canario Benito Pérez Galdós. Fue una coproducción mexicana, por parte de Gustavo Alatriste casado con la actriz Silvia Pinal, quien le dio total libertad (no le obligó ni a contratar a su esposa) y española, protagonizada por Silvia PinalFrancisco Rabal y Fernando Rey. Cuenta la historia de Viridiana una novicia que en breve tomara los votos. Tiene un tío, don Jaime, quien le paga los estudios y Viridiana va a visitarlo. La chica se parce a la esposa fallecida de don Jaime por lo que este intenta dormirla y violarla, como no lo consigue su tío intentará retenerla con la escusa de que la ha poseído. El tío al sentirse alejado de su sobrina se suicida, y Viridiana tomará la decisión de dejar los hábitos y quedarse en la casa de su tío acogiendo a vagabundos (para saber el resto mejor ver la película). La historia que cuenta Buñuel va más allá de lo que se muestra en la pantalla, así quiso mostrar que las buenas acciones no son recompensadas en su totalidad, así como una crítica al catolicismo y su visión del mismo. La película fue altamente criticada, primero por los republicanos exiliados que no entendieron que Buñuel que vivía en México tras la Guerra Civil decidiese filmar en España. La prensa fiel al vaticano, L'Osservatore Romano, hizo que en España e Italia se prohibiese. Además de que ciertas escenas fueron altamente criticada y censuradas, ejemplos son: la representación de la última cena de Leonardo Da Vinci, por unos vagabundos (minuto 0:40 del vídeo), así como el final del film, donde se cambió la escena Viridiana llamaba a la puerta de su primo, él abría y ella entraba, cerrando la puerta detrás de él, Buñuel propuso un final diferente donde se hace referencia a un trío sexual. José Arturo Méndez Palacio censor de la época alabó el homenaje que hace el director a "El apartamento", rodada por Billy Wilder en 1960. La dictadura de Franco intento destruir las copias de la película, pero Silvia Pinal consiguió llevarse una a México, pudiéndose ser vista en España 17 años después, tras la caída del régimen. El Festival de Cannes le otorgó el máximo galardón compartido con la película francesa del director Henri Colpi, la Palma de Oro.