domingo, 8 de septiembre de 2019

Corta y provocadora

El nacimiento de la minifalda
En la década de los sesenta del siglo XX el mundo vivió una verdadera revolución tanto en el arte, como en la música, como en la moda como en la cultura en general. Un ejemplo de esto último fue el nacimiento de la minifalda. Esta prenda de ropa entró en los armarios de las mujeres de todo el mundo a partir de 1965 de manos de la modista inglesa Mary Quant. La diseñadora se inspiró en una compañera de sus clases de claqué que vestía faldita de tablas y medias negras bajo calcetines blancos. El diseñador francés André Courrèges se adjudicó también la paternidad de esta prenda, aunque para Quant no fueron ninguno de los dos quienes crearon la minifalda sino las chicas de Inglaterra y Francia que la vistieron a principios de los años sesenta. Realmente ninguno de los dos creó nada nuevo. Existen diferentes ejemplos del uso de la minifalda a lo largo de la historia, como son la minifalda de la cultura Miao (Duan Qun Miao en chino) durante la edad media o como parte del vestuario femenino de las películas de ciencia ficción a partir de los años 20. Esta prenda, fuera del debate de su paternidad, nació para ser una provocación para la sociedad burguesa y la etiqueta, llegando en 1965 a los 34 cm. Para que se considere como minifalda, debe dejar ver al menos la mitad del muslo, independientemente de su longitud. Mary Quant sería condecorada, en 1966, por la reina Isabel II como Oficial de la Orden del Imperio Británico gracias a esta prenda como símbolo de la liberación femenina.