lunes, 19 de noviembre de 2012

Ver el arte

Arreglo en gris y negro nº 1, más conocido como Retrato de la madre del artista, es un óleo sobre lienzo del pintor norteamericano James McNeill Whistler, fechado en 1871. Mide 144,3 x 162,4 cm, y se exhibe en un marco diseñado por el propio artista. Es propiedad del Museo de Orsay de París tras su adquisición en 1891 por el estado francés.
  1. Se trata de un retrato de la madre de Whistler. Hay muchas teorías o leyendas acerca de este posado. Para algunos teóricos, podría ser que la modelo que iba a posar no pudiera ir y su madre se pusiera en su lugar.
  2. La idea de un cuadro dentro de otro cuadro se ve aquí en la estampa que refleja una "Vista de la Tamisa".
  3. En la época victoriana, el incluir un título como Composición no solía gustar, así que Whistler le colocó el subtítulo de Retrato de la madre del artista.
  4. El cuadro es muy simple, no tiene más que dos puntos fuertes para que se desvíe la mirada. Uno de ellos es la madre, Ana Matilda de 67 años, y otro la estampa colgada en la pared. Lo demás es el fondo, sin detalles, de un cortinaje negro y una pared neutra. Los colores además también son muy neutros, lo importante es el propio retrato.
  5. Whistler, americano de origen, estuvo en París y Londres pintando. Este cuadro se convirtió en el paradigma de su pintura y en el icono del arte americano. Además, es la obra más importante de arte americano fuera de EEUU.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

¡Booo!... ¡Ahhh!

El número 13
El número 13 es sinónimo de mala suerte en muchos lugares del mundo, hasta tal punto que se evita con frecuencia y genera todo tipo de situaciones curiosas a su alrededor. Por ejemplo, en España y América Latina aconsejan no casarse ni embarcarse en días 13 que coincidan en martes, mientras que en los países anglosajones existe especial animadversión hacia los viernes que señalan el citado doble dígito en el calendario. La teoría más extendida tiene su origen en el cristianismo, en la famosa Última Cena de Jesucristo: en aquella ocasión estuvieron presentes un total de 13 comensales, siendo el último de ellos el mismísimo Judas. El problema es que existe constancia de la superstición con anterioridad, por lo que esta explicación queda en entredicho. Expertos en numerología defienden que el verdadero número de la mala suerte es el 4, maleficio que podría haber derivado en el 13 por ser la cifra anterior resultado de la suma de 1+3. Y también hay una tesis que deriva de la mitología nórdica: la muerte de Baldo (dios de la luz) a manos de su hermano gemelo Herder (dios de la oscuridad) fue producto de las maquinaciones del dios Locki, que fue al lugar de juegos de los doce dioses siendo él el número 13. Se cree que Loki, en el panteón nórdico, era el 13º dios.Otra relación que tiene al viernes 13 como protagonista, es la captura y muerte de los Templarios, siendo quemados en la hoguera un día viernes 13 de octubre 1307. Ese día acababa el poder de los monjes guerreros, pudiendo achacar esto a la mala suerte. Pero también está relacionado con la maldición de Jacques de Molay, último gran maestre de los Templarios, que estando ya en la hoguera (viernes 13 de 1307), convocó ante el tribunal de Dios al rey Felipe IV de Francia y al Papa Clemente V — quienes habían sido los artífices de aquella destrucción del orden del Temple —, muriendo los dos sin haber transcurrido el plazo de un año, tal como el gran maestre había predicho. Esto se "cristianizó" más tarde al decir que Satán era el 13º ángel. Sea como sea, la superstición del 13 genera no pocas anécdotas: el versículo 13 del libro del Apocalipsis esta dedicado al Anticristo, en muchos hoteles no hay planta número 13; Madrid carece de línea de autobuses con esa numeración, el 13 significa la muerte en el tarot,… Por el contrario, el 13 era un número sagrado para los mayas.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Fiesta de la miel

Las abejas
Las abejas pertenecen al grupo de las Hymenópteras y de la familia Apoidea. Cuando adultas son, generalmente, medianas a grandes, con un cuerpo peludo relativamente robusto y sus pelos son plumosos, especialmente en el tórax. Poseen un aparato colector de polen en las patas traseras (excepto las abejas parásitas). Sus hábitos más destacables son visitar las flores para obtener néctar y polen, anidando principalmente en el suelo y en diversas cavidades disponibles sobre la superficie. La mayoría de las abejas son subsociales (solitarias), pero también hay sociales (con abastecimiento permanente de polen y miel para alimentar las larvas) que también presentan polimorfismo. Las castas son Reinas (de mayor tamaño y las únicas con capacidad reproductiva), zánganos (machos reproductores) y obreras (pequeñas y sin capacidad de reproducirse).En una colmena hay miles de obreras, cientos de zánganos y una reina. Al buscar comida, las obreras chupan agua y néctar con sus piezas bucales móviles y flexibles, y usan las mandíbulas para alcanzar la cera y el polen. Tienen tres ojos simples en la parte superior de la cabeza y un ojo compuesto a cada lado. Sus dos pares de alas están engarzadas por una hilera de ganchos de uno de los bordes del par anterior. Sólo la reina desarrolla los ovarios. Segrega varias feromonas, una de las cuales elimina a sus rivales en potencia al inhibir el desarrollo reproductivo en las demás hembras. Cabe destacar que reinas y obreras son las pican al hombre causado dolor debido a que éstas tiene aguijón funcional. Aproximadamente se conocen 8 familias de abejas, siendo las de mayor interés agrícola: 
  • Apidae: incluye la abeja melífera, abejorros o moscardones y otros; poseen corbículas (canastillo correspondiente a una parte posterior de las patas, que es piloso y ensanchado). La abeja melífera (Apis mellifera) es famosa por su producción de miel y cera, además por su notable capacidad polinizadora.
  • Megachilidae: conocidas como abejas cortadoras de hojas, separables de las anteriores por la escopa (cepillo piloso) en el abdomen con el cual transportan miel. La abeja de la alfalfa (Megachile rotundata) es una eficiente polinizadora que construye sus nidos con trozos de hojas.

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Y qué leo ahora?

La Celestina de Fernando de Rojas
La Celestina es el nombre con el que se conoce desde el siglo XVI a la obra titulada primero Comedia de Calisto y Melibea y después Tragicomedia de Calisto y Melibea, atribuida casi en su totalidad al bachiller Fernando de Rojas, existe cierta controversia en este punto, en parte inducida por el mismo autor. La obra no va firmada y Fernando de Rojas es el nombre que encontramos en el acróstico de los versos preliminares a la obra, a los que acompaña la carta donde se dice que hacia 1497 encontró la Comedia sin terminar. Es una obra del Prerrenacimiento escrita durante el reinado de los Reyes Católicos; su primera edición conocida es de 1499, en Burgos. Constituye una de las bases sobre las que se cimentó el nacimiento de la novela y el teatro realista modernos y ejerció una influencia poderosa, aunque soterrada, sobre la literatura española. Calisto, un joven noble apuesto y de preclaro ingenio, penetra persiguiendo a un halcón en la huerta donde se halla a Melibea, de quien queda profundamente enamorado. Ante el rechazo de ésta y aconsejado por su criado Sempronio, decide encomendar su cuidado a Celestina, para lograr por medio de ella el amor de Melibea. La alcahueta consigue mediante artimañas que Melibea se enamore de Calisto.
Lo mejor: no es la típica comedia de enamorados.
Lo peor: que está en castellano antiguo (os recomiendo una edición transcrita al castellano actual).