viernes, 13 de julio de 2012

大明

La dinastía Ming
La Ciudad prohibida, residencia oficial imperial de las dinastías Ming 
Familia reinante en el Imperio chino entre 1368 y 1644. Su fundador fue Zhu Yuanzhang (Chu Yan chang o Hongw, 1368-98), un monje budista de origen campesino, que encabezó la revuelta china contra la dinastía reinante mongola de los Yuan, descendientes de Qubilay Kan (nieto de Gengis Kan). Zhu Yuanzhang fue denominado como el emperador Hongwu. Inmediatamente, reorganizó China, trasladando la capital a Nankín y estableciendo una burocracia profesional especializada y un poder político fuertemente centralizado. La nueva dinastía se esforzó por restablecer las tradiciones chinas, protegiendo el confucionismo. La época Ming fue una época de crecimiento económico y esplendor cultural en que se produjeron los primeros contactos comerciales entre China y las potencias occidentales, específicamente con Portugal en el Siglo XVI con quien tenía poderosos intereses textiles y de materias primas. La prosperidad económica alentó la demanda de arte y artículos de lujo, hecho que, junto con las mejoras en los procesos de fabricación, propició el florecimiento de los textiles y la cerámica. El Periodo Ming se relaciona sobre todo con la producción de porcelana decorada con escenas muy características pintadas a mano con azul sobre blanco. Los motivos decorativos más populares eran los dragones, el ave fénix, otros animales y plantas y las escenas de jardín. Con el tiempo, la porcelana Ming se volvió más colorida e incorporó el rojo, el amarillo y el verde. El comercio con los portugueses en el siglo XVI conllevó un aumento de la demanda de porcelana Ming, muy buscada en Europa. La producción de porcelana se hallaba bajo control estatal y se concentraba en las fábricas de la provincia de Jiangxi, pero estas eran incapaces de satisfacer la demanada de producción y el control pasó a manos locales. Fn 1420, Yongle (segundo emperador de esta dinastia) trasladó la capital de Nanjing a Pekín, donde ha permanecido hasta nuestros días. El corazón de la nueva capital era el complejo palaciego construido por Yongle, llamado la Ciudad Prohibida. El complejo, a cuya construcción se dedicaron 14 años y unos 200.000 hombres, albergaba 17 palacios y un 9.999 estancias y media (no podía contener 10.000 estancias, ya que este era el número divino de la infinitud, que solo podía existir en el cielo, y la «media estancia» en realidad era una escalera), y cubría una superficie de 72 hectáreas.

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