miércoles, 30 de noviembre de 2011

La nieve para tejer

El algodón es una fibra vegetal natural de gran importancia económica como materia prima para la fabricación de tejidos y prendas de vestir. La generalización de su uso se debe sobre todo a la facilidad con que la fibra se puede trenzar en hilos. La resistencia, la absorbencia y la facilidad con que se lava y se tiñe también contribuyen a que el algodón se preste a la elaboración de géneros textiles muy variados. Producen el algodón una serie de árboles y arbustos pequeños. El capullo se transforma al desarrollarse en una bola oval que, cuando madura, se abre y descubre gran número de semillas de color café o negras cubiertas de una masa de pelos blancos. Cuando maduran por completo y se secan, cada uno de estos pelos es una célula, aplanada, con un acusado retorcimiento en espiral y unida a una semilla. La longitud de las fibras individuales oscila entre 1,3 y 6 cm. De las semillas nacen además otras fibras más cortas. El algodón exige una estación de crecimiento prolongada con abundante sol y agua y tiempo seco durante la recolección. En general, estas condiciones se dan en latitudes tropicales y subtropicales de los hemisferios norte y sur. El cultivo del algodonero suele ser anual; la primera labor es el tronzamiento (corte) mecánico de la parte aérea de las plantas; a continuación se entierran estos restos vegetales y se deja descansar el suelo hasta el laboreo. La época de plantación es muy corta y tras ella, las plantaciones deben ser sometidas a cuidados intensos, ya que estas plantas son muy sensibles al ataque de las malezas y parásitos.
Aplicaciones del algodón
Además de prendas de vestir y objetos domésticos, el algodón se usa en productos industriales como filtros para acondicionadores de aire, balsas salvavidas, cintas transportadoras, carpas, neumáticos de automóvil, piscinas, cascos de seguridad o ventiladores de mina.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Don es trato de varón, Res selvático animal, Mi denota posesión, Far es lejos en inglés, Sol ardiente esfera es, La al nombre es anterior, Si asentimiento es...

Guido d'Arezzo
(991-1033)
Teórico de la música italiano. Conocido también con el nombre de Guido Aretinus, Guido d’Arezzo fue un monje benedictino que ha pasado a la historia de la música como uno de los más importantes reformadores del sistema de notación musical. A Guido se debe la fórmula que permite memorizar la entonación precisa de las notas del hexacordo mayor, cuya nomenclatura (ut o do, re, mi, fa, sol, la) extrajo de las sílabas iniciales de cada hemistiquio del himno de san Juan Ut queant laxis. Intentó aplicar su sistema científico para la enseñanza de la música; sin embargo, ante la oposición de parte de los monjes a sus innovaciones, hubo de abandonar el monasterio. Hacia 1025 ingresó como maestro en la escuela catedralicia de Arezzo, donde sobresalió en la enseñanza del arte vocal. En Arezzo halló entonces apoyo a su reforma; el obispo Teobaldo lo eligió maestro de canto de los "pueri" de la escuela episcopal. Experimentados y perfeccionados en dicha ciudad sus métodos, Guido d'Arezzo pudo componer, durante el período 1028-1032, sus obras más importantes. Mientras tanto, la labor de Guido d'Arezzo recibía la aprobación del pontífice Juan XIX, quien confió al músico la instrucción de los cantores papales. En 1029 se retiró al convento de Avellana, en el que posiblemente murió en fecha que no se ha logrado precisar. De la idea de Guido se derivó también un nuevo elemento didáctico y teórico, el hexacordio, es decir, la sucesión de los seis sonidos diatónicos de "ut" a "la", que dio origen, más tarde, a un sistema complejo que se empleó hasta el siglo XVI y más allá. Pero el sistema hexacordial no está desarrollado ni en la Epístola ni en otros escritos de Guido; nació probablemente entre sus mismos discípulos o inmediatos seguidores. La carta contiene, en cambio, otras consideraciones sobre los intervalos musicales, sobre los modos y el sistema monocorde no muy notables y tampoco muy claras.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Escuchar la música

Mozart componiendo el Réquiem
Réquiem
Según la leyenda, el músico la compuso con la idea de que se trataba de su propio Réquiem, encargado por un mensajero de la muerte.En el último año de su vida, se presentó a Mozart, que estaba ya enfermo y deshecho, un taciturno desconocido, que le entregó una carta y desapareció. Era el encargo anónimo de una misa de réquiem, con promesa de buena recompensa. El fúnebre desconocido se volvió a presentar unos días después y pagó un anticipo, recomendando a Mozart que no descuidase su obra. Volvió luego, de vez en cuando, para vigilar el progreso del trabajo. Era, sencillamente, el camarero del conde Franz von Walsegg, rico aficionado que tenía la debilidad de encargar obras a los grandes músicos para hacerlas ejecutar luego haciéndolas pasar por suyas.Se entregó a la composición del Réquiem con el máximo empeño y, al mismo tiempo, con la firme persuasión de que aquella obra había de ser también su canto fúnebre. En efecto, no pudo terminarla. 
La obra fue completada por su discípulo Franz Xaver Süssmayer (1766-1803), quien, en los últimos años de la vida del maestro, había vivido en estrecha intimidad artística con él. No es fácil determinar exactamente cuál es la parte debida a Süssmayer. Parece cierto que de los doce fragmentos que componen elRéquiem, sólo el primero -el "Réquiem" (Adagio) seguido del "Kyrie" (Allegro) fugado- salió absolutamente terminado de las manos de Mozart. Los ocho fragmentos siguientes parecen haber sido orquestados en su redacción definitiva por Süssmayer según esbozos de Mozart que aseguran a lo menos la autenticidad de su diseño metódico y de sus principales intervenciones instrumentales. Las tres partes últimas ("Sanctus", "Benedictus" y "Agnus Dei") parecen ser totalmente de Süssmayer, quien, sin embargo, se sirvió cuanto pudo de la música preexistente de su maestro.El frecuente empleo del contrapunto y del estilo fugado significa para algunos críticos la inexorabilidad de la muerte; pero es también un mero tributo al estilo que era casi obligado por aquel tiempo en la música sacra. La instrumentación es singularmente sobria por la exclusión de las flautas, de los oboes, de los clarinetes comunes y de las trompas; en cambio, tienen en ella gran papel, además de la masa de los instrumentos de cuerda, los "corni di bassetto", especie de clarinetes más graves que los normales que agradaban mucho a Mozart. Los pasajes dramáticos y fuertes están indudablemente llenos de carácter y diligentemente expresados (es de notar el efecto de un lento trino vibrado sobre el "Quantus tremor est futurus"); pero no alcanzan la penetrante intimidad expresiva, la honda sinceridad de los pasajes en que se funde una melancolía dulcísima y fatigada: el "Recordare, Jesu pie" y el sublime "Lacrimosa". Probablemente a la prudente redacción de Süssmayer se debe atribuir la brevedad, tal vez excesiva, de cada uno de los trozos (nótese que el "Réquiem", única parte que Mozart escribió por entero, es el más largo de todos): Mozart no era escritor conciso. Al contrario, especialmente en los años de su madurez, se entregaba a aquella "divina largura", a aquella complacencia en su propio discurso, a aquel abandono despreocupado, que se hallan a menudo en músicos de temperamento poético, como Schubert y Brahms. Tal vez a este incompleto desarrollo, más aún que a la uniformidad de colorido y a la convencional expresión de ciertos pasajes, se debe atribuir la vaga insatisfacción que en algunos momentos deja esta última obra maestra del gran músico de Salzburgo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Y qué leo ahora?

Doña Perfecta
Benito Pérez Galdós
 Cuenta la historia de Pepe Rey que llega a Orbajosa para casarse con su pima, por un matrimonio concertado. El protagonista, una persona liberal entrará en una sociedad conservadora, no será bien recibido. Todas las perepecias de Pepe Rey se ven reflejadas en este libro, que es una critica a la sociedad conservadora . Es una novela realista escrita en 1876 por Benito Pérez Galdós, y ha sido llevada al cine en 1950 por Alejandro Galindo y 1977 por el director y gionista César Fernández Ardavín.
Lo mejor: La forma sutil de la crítica
Lo peor: Pude se algo aburrido si no se conoce la historia de España en esa época

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Hasta un hombre prehistórico les hubiese descubierto

El Hombre de Piltdown
El cuadro pintado por John Cooke en1915, conmemorativo al descubrimiento del hombre de Piltdown.

Una vez se pensó que el hombre de Piltdown era el "eslabón perdido" entre el hombre y el mono. Los primeros fragmentos de Piltdown fueron descubiertos en 1912. De allí en adelante, más de 500 ensayos científicos fueron escritos acerca del hombre de Piltdown en un período de 40 años. El descubrimiento probó ser un engaño en 1953.El Hombre de Piltdown consistía de dos cráneos humanos, una quijada de orangután, una muela de elefante, un diente de hipopótamo, y un colmillo de chimpancé. Sir Kenneth Oakley ha determinado que los cráneos humanos tienen aproximadamente 620 años. Han podido haber pertenecido a Indios Ona de la Patagonia, debido a que sus cráneos eran usualmente densos. Cráneos densos es un rasgo común entre los indios Ona. La mandíbula de orangután tiene aproximadamente 500 años, tal vez proviene de Sarawak. Se piensa que la muela de elefante proviene de Tunisia. Se piensa que el diente de hipopótamo vino de Malta o tal vez Sicilia. El colmillo perteneció a un chimpancé del Pleistoceno. Los restos del Piltdown fueron esparcidos a propósito alrededor de una cantera en Piltdown, Inglaterra, para que fueran "descubiertos" más tarde como evidencia de la evolución y el desarrollo del hombre desde el mono. Los cráneos habían sido tratados con ácido. A todos los restos de fósiles se les aplicó una solución de sulfato de hierro. El colmillo fue pintado de marrón y remendado con goma de mascar. Las muelas fueron limadas. Rompieron cuidadosamente la parte de la mandíbula del orangután que la conectaba al cráneo, para que no mostrara evidencia de que la mandíbula no pertenecía a un cráneo humano. Se piensa que el engaño del hombre de Piltdown fue perpetrado por Charles Dawson, un arqueólogo, geólogo y coleccionista de fósiles para el Museo Británico. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta quién estuvo involucrado. Existe un número de otros sospechosos, incluyendo a Sir Arthur Smith Woodward, encargado del departamento del Museo de Historia Natural de Inglaterra. El hombre de Piltdown fue obviamente un engaño deliberado. Después de una investigación crítica, el engaño fue descubierto rápidamente. Sin embargo, el "resultado" no fue investigado propiamente sino hasta cuarenta años después del "descubrimiento" inicial. Esto fue debido primeramente a las excelentes credenciales de los hombres que hicieron el "descubrimiento." Muy pocos expertos sospecharon un fraude. No fue sino hasta 1949, cuando los fósiles fueron fechados usando la técnica de absorción de flúor, que la autenticidad del "descubrimiento" fue puesta en duda. Es verdad que la prueba de flúor no se desarrolló sino hasta muchos años después del engaño. Sin embargo, las marcas de limado en los dientes, y el hecho de que el "desgaste" era al revés, pudo haber sido obvio inmediatamente durante cualquier inspección desde el principio mismo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Dijo "ceré belo" cuando era pequeño, y así se quedó

El cerebelo es, después del cerebro, la porción más grande del encéfalo. Ocupa la fosa craneal posterior y se localiza debajo de los lóbulos occipitales del cerebro, del que está separado por una estructura denominada tienda del cerebelo. Consta de dos hemisferios cerebelosos y una parte intermedia denominada vermis. Se une al tallo cerebral mediante tres pares de pedúnculos cerebelosos; estos pedúnculos son haces de fibras que entran y salen del cerebelo, en cuya superficie aparecen numerosos surcos superficiales próximos unos a otros.


Función del cerebelo

El cerebelo desempeña un papel regulador en la coordinación de la actividad muscular, el mantenimiento del tono muscular y la conservación del equilibrio. El cerebelo precisa estar informado constantemente de lo que se debe hacer para coordinar la actividad muscular de manera satisfactoria. A tal fin recibe información procedente de las diferentes partes del organismo. Por un lado, la corteza cerebral le envía una serie de fibras que posibilitan la cooperación entre ambas estructuras. Por otro lado, recibe información procedente de los músculos y articulaciones, que le señalan de modo continuo su posición. Finalmente, recibe impulsos procedentes del oído interno que le mantienen informado acerca de la posición y movimientos de la cabeza. Así, toda actividad motora, desde jugar al fútbol hasta tocar el violín, depende del cerebelo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Sabías que...?

Bostezar podría servir para enfriar la cabeza y no solo ser una indicación de fatiga y aburrimiento, o señal de empatía, bostezar podría ser un mecanismo para enfriar la cabeza, según un estudio dirigido por Andrew Gallup, de la Universidad de Princeton.Gallup y Eldakar Omar, de la Universidad de Arizona, encontraron que la frecuencia de bostezos varía con la estación del año. Las personas bostezan menos cuando el calor al aire libre es mayor que la temperatura corporal, lo que podría deberse a que el bostezo serviría como un método para que el cerebro regule su temperatura.En el estudio los participantes fueron más propensos a bostezar en el invierno, en comparación con el verano cuando la temperatura ambiente era igual o superior a la temperatura corporal.El estudio concluyó que las temperaturas más altas no dan alivio a cerebros sobrecalentados, pues de acuerdo con la teoría de la termorregulación del bostezo el cerebro regresa a la calma o se enfría a través de un intercambio de calor con el aire aspirado durante un bostezo. Se cree que el efecto de enfriamiento del bostezo es el resultado del incremento del flujo sanguíneo al cerebro causada por el estiramiento de la mandíbula, así como por una contracorriente de intercambio de calor que se genera con el aire ambiental que acompaña a la inhalación profunda. De acuerdo con la hipótesis de enfriamiento del cerebro, bostezar en demasía es contraproducente, pues las inhalaciones más profundas no promueven el enfriamiento. En otras palabras, debe haber una “ventana térmica” o un rango relativamente estrecho de temperaturas ambiente en el que se esperan tasas más altas de bostezar.