jueves, 13 de diciembre de 2012

Vueltas y vueltas

François Marie Arouet
"Voltaire"
(1694-1778)
Escritor francés. Ha dejado una obra literaria heterogénea y desigual, de la que resaltan sus relatos y libros de polémica ideológica. Como filósofo, Voltaire fue un genial divulgador, y su credo laico y anticlerical orientó a los teóricos de la Revolución Francesa. Voltaire estudió en los jesuitas del colegio Louis-le-Grand de París entre 1704 y 1711. Inició la tragedia "Edipo", y escribió unos versos irrespetuosos, dirigidos contra el regente, que le valieron la reclusión en la Bastilla en 1717. Una vez liberado, fue desterrado a Châtenay, donde adoptó el seudónimo de Voltaire, anagrama de "Árouet le Jeune" o del lugar de origen de su padre, Air-vault. En la corte de Londres y en los medios literarios y comerciales británicos fue acogido calurosamente; la influencia británica empezó a orientar su pensamiento. Voltaire llevó a cabo una dura crítica de la guerra, y la sátira "El templo del gusto" le atrajo la animadversión de los ambientes literarios parisienses. Pero su obra más escandalosa fue "Cartas filosóficas" o "Cartas inglesas", en las que Voltaire convierte un brillante reportaje sobre Gran Bretaña en una acerba crítica del régimen francés. Se le dictó orden de arresto, pero logró escapar, refugiándose en Cirey, en la Lorena, donde gracias a la marquesa de Châtelet pudo llevar una vida acorde con sus gustos de trabajo y de trato social. El éxito de su tragedia "Zaïre" movió a Voltaire a intentar rejuvenecer el género. Menos afortunadas son sus comedias "El hijo pródigo" y "Nanine o el prejuicio vencido". En esta época divulgó los "Elementos de la filosofía de Newton".  Luis XV le nombró historiógrafo real, e ingresó en la Academia Francesa en 1746. Su pérdida de prestigio en la corte movieron a Voltaire a aceptar la invitación de Federico II. Después de una violenta ruptura con Federico II, Voltaire se instaló cerca de Ginebra, en la propiedad de «Les Délices». En Ginebra chocó con la rígida mentalidad calvinista: sus aficiones teatrales y el capítulo dedicado a Servet en su "Ensayo sobre las costumbres" escandalizaron a los ginebrinos, mientras se enajenaba la amistad de Rousseau. Su irrespetuoso poema sobre Juana de Arco, "La doncella", y su colaboración en la Enciclopedia chocaron con el partido «devoto» de los católicos. Frutos de su crisis de pesimismo fueron el "Poema sobre el desastre de Lisboa" y la novela corta "Candide", una de sus obras maestras. Se instaló en la propiedad de Ferney, donde Voltaire vivió durante dieciocho años, convertido en el patriarca europeo de las letras y del nuevo espíritu crítico; allí recibió a la élite de los principales países de Europa, representó sus tragedias, mantuvo una copiosa correspondencia y multiplicó los escritos polémicos y subversivos, con el objetivo de «aplastar al infame», es decir, el fanatismo clerical. Sus obras mayores de este período son el "Tratado de la tolerancia" escrito en 1763 y el Diccionario filosófico. Denunció con vehemencia los fallos y las injusticias de las sentencias judiciales. Liberó de la gabela a sus vasallos, que, gracias a Voltaire, pudieron dedicarse a la agricultura y la relojería. Poco antes de morir en 1778, se le hizo un recibimiento triunfal en París. En 1791, sus restos fueron trasladados al Panteón.

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