La guerra de Granada (1482-1492)
La década que va de 1482 a 1492 será la última en la vida del Reino de Granada. A lo largo de esos diez años se desarrollará la que se ha conocido como “la guerra de Granada”, que iba a suponer el empuje definitivo de las armas cristianas para integrar las tierras granadinas dentro del conjunto del nuevo Estado resultante de la unión de Castilla y Aragón. La ofensiva castellana se inició con la toma de Alhama, el 29 de marzo de 1482. Las disensiones internas favorecieron sin duda la empresa de Fernando. Abu al-Hasan decidió recaudar nuevos impuestos, creando así el descontento de los granadinos que se agruparon en torno a su hijo Abu Abd Allah Muhammad, Boabdil, proclamado rey de Granada por los Abencerrajes el 15 de julio de 1482.Deseoso de prestigio, Boabdil decidió llevar a cabo una incursión en tierra cristiana y atacó Lucen, pero en el transcurso de la batalla sufrió numerosas perdidas y fue hecho prisionero por los cristianos. Sus seguidores pactaron con los reyes católicos. la guerra se convirtió progresivamente en una guerra de asedio, gracias a la poderosa artillería de los castellanos. Ronda fue tomada en mayo de 1482 y la fortaleza de Loja capituló en mayo de 1486 tras valerosa resistencia. Poco antes se había producido en las calles de la capital nazarí una sangrienta batalla entre los seguidores de al-Zagal y los de Boabdil, fiel al pacto secreto que les tenía a los Reyes Católicos.Tras un sitio que se prolongó durante cinco meses, Baza se rindió en noviembre de 1489. Rodeados de enemigos por todos lados, los granadinos pidieron ayuda en 1485 a sus aliados tradicionales, los soberanos de Fez y Tremecén. Los monarcas de Berbería se limitaron a dar acogida, en las costas africanas, a los emigrantes procedentes de Al-Andalus y a entregar algunos subsidios para el rescate de cautivos malagueños. Después de la caída de Baza, al-Zagal, completamente desalentado, abandonó la lucha y aceptó entregar Almería y Guadix en 1489. Los Reyes Católicos permitieron la salida hacia África de la población musulmana.No lejos de Granada, en el valle del Genil, Isabel hizo construir, a finales de 1491, una verdadera ciudad sitiadora, Santa Fe. El hambre y la extenuación se apoderaron de los habitantes de la ciudad asediada. A finales de agosto de 1491, Boabdil entabló una serie de negociaciones secretas con los Reyes Católicos para la rendición de la ciudad. El 25 de abril de 1491 se firmaron en Santa Fe los tres documentos que contenían las cláusulas de las capitulaciones de Granada. El 2 de enero de 1492 Boabdil entregó las llaves de la fortaleza al Gran Comendador de León, Don Gutierre de Cárdenas, en la torre de Comares. Seguidamente, el conde de Tendilla y sus tropas penetraron en la ciudad; Boabdil abandonó Granada junto con su familia a escondidas de sus súbditos y rindió homenaje a los Reyes Católicos a las puertas de la ciudad, antes de partir hacia el señorío de la Alpujarra, cuya propiedad le había sido concedida. Posteriormente cruzó al Magreb, donde terminó sus días.El 6 de enero de 1492 los Reyes Católicos hicieron su entrada en Granada y organizaron allí su administración,
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