domingo, 5 de junio de 2011

El sonido y el cine mudo


En la actualidad, el sonido en el cine lo entendemos como indispensable a la expresión cinematográfica.Hoy la sonorización de una película no se considera una opción del director, no parece incomodarle a nadie, y mucho menos es una novedad que sorprenda al público.

Anteriormente al cine sonoro ya existía el sonido en el cine. Rara vez se exhibían las películas en silencio. Los hermanos Lumiére, en 1897, contrataron un cuarteto de saxofones para que acompañaran sus sesiones de cinematógrafo en su local de París y hubo compositores importantes, como Saint-Saëns , que compusieron partituras para acompañar la proyección de una película.Las primeras películas mudas fueron musicalizadas por una orquesta de vodevil o un pianista poco experimentado, pero pronto los exhibidores notaron que su negocio tendría más éxito si contrataban intérpretes musicales de calidad.
No sólo la música, también los ruidos (sonido incidental) y acompañamiento se usaban para “sonorizar” al cine mudo, por lo que algunos exhibidores disponían de máquinas especiales para producir sonidos especiales (por ejemplo tempestades o trinar de pájaros).
Desde 1908 hasta mediados de la siguiente década, era común que la voz humana acompañara las proyecciones cinematográficas. En algunos lugares se contrataban actores que leían parlamentos en sincronía con la imagen.También se fabricaron una variedad de instrumentos especiales para efectos sonoros que ambientaban el cine mudo, hubo innumerables experimentos con máquinas reproductoras de sonido que siguieran la imagen. Los más exitosos fueron los aparatos que servían para sincronizar un disco con la imagen.

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