Peregrinaje a la isla de Citerea de Antoine Watteau
- Escondida entre el follaje, aureola de verdor, la estatua de Venus está adornada con ofrendas: una guirnalda de rosas y tres símbolos del amor: un arco, una aljaba y unas flechas.
- Esta pareja y las otras dos situadas a su izquierda ilustran las diferentes etapas del amor.Este hombre murmura su ternura al oído de su compañera: es la seducción. A la izquierda, la mujer acepta seguir al hombre que la levanta. A su lado, la tercera pareja, enlazada, está ya en marcha para la aventura amorosa.
- Unos curiosos ángeles revolotean por encima de la embarcación para guiar a los enamorados. Son amores alados, clásicos en la mitología. La frágil barquilla que lleva a los viajeros sobre el agua está coronada, como una cama, por un baldaquín rojo que descansa sobre el mascarón de proa dorado.
- Estas parejas que nos dan la espalda parecen dispuestas a subirse a bordo de la barca.
- Una pequeña aldea apacible sobre un peñasco escarpados, montañas envueltas en la bruma, el follaje tembloroso de unos árboles inmensos... Agua y cielo se confunden en la luz de este paisaje imaginario y misterioso. Nada nos indica si estamos en primavera o en otoño, en el alba o en el crepúsculo.
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