En realidad las imágenes no se mueven, pues una película consta de imágenes fijas, los fotogramas. Pero la proyección crea en el espectador la ilusión del movimiento merced a la persistencia retiniada, que hace que la sensación provocada en el cerebro por la imagen no se borre instantáneamente, de modo que su rápida sucesión genera la impresión de movimiento. esta imagen pude ser más grande o más pequeña dependiendo de la distancia en la que esté colocado el proyector y el poder de aumento de la lente colocada en su extremo. Los proyectores llevan un sistemas de lentes para proporcionar nitidez a la imagen.
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