La Lotería Nacional nació en España durante la Guerra de la Independencia como un medio para aumentar los ingresos del erario público sin quebranto para los contribuyentes, de la mano del Ministro del Consejo y Cámara de Indias, D. Ciriaco Gonzalez Carvajal. Fue aprobada por las Cortes de Cádiz el 23 de noviembre de 1811 por unanimidad. El 4 de marzo de 1812 se celebró en Cádiz el sorteo de esta nueva modalidad de Lotería , que fue denominada por el pueblo 'Lotería Moderna' para diferenciarla de la "Lotería de Número" instituida desde 1763. La venta de Lotería Nacional fue extendiéndose desde Cádiz al resto de España al mismo tiempo que los ejércitos napoleónicos se iban retirando del país. El primer sorteo celebrado en Navidad tuvo lugar el 18 de diciembre de 1812 en la ciudad de Cádiz. El primer 'Gordo' fue para el número 03604. El precio del billete fue de 40 reales y el premio de 8.000 pesos fuertes. La primera vez que apareció la actual denominación de Sorteo de Navidad, fue del 23 de diciembre de 1892 y sustituyó a la leyenda de "Prósperos de Premios", aunque no figuró impresa en los billetes hasta la Navidad de 1837. Actualmente el sorteo extraordinario de Navidad, que se celebra todos los años el día 22 de Diciembre, es el más importante y popular de todos los sorteos de Lotería realizados en España. Los boletos reciben el nombre de décimos porque el apostante juega la "décima" parte del importe del billete (un billete = 10 décimos). De cada número se emiten series, es decir, cada billete tiene su número de serie. Un día antes del Sorteo de Navidad se examinan las bolas del sorteo con los números y premios de forma pública. Además de ser contadas, cualquiera de los asistentes puede examinarlas a título personal (previa autorización del presidente). Las bolas del bombo son de boj, una madera ligera y resistente. Hay que destacar que el peso de las bolas es exactamente igual entre ellas. Hay quien afirma que las bolas con números como "78.888" pesan más al tener más pintura y por lo tanto es más probable que estén en la parte baja del bombo. Pero lo cierto es que los números están grabados a láser por lo que no hay peso de pintura. Finalizado el recuento, se desaloja el salón y se aseguran con cerrojos interiores todos sus accesos, a excepción de la puerta del estrado, cuyas llaves quedan en poder de tres personas diferentes, una vez cerrada y precintada.
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