El saxofón
Es un instrumento de viento fabricado en metal aunque, sus características son más propias de uno de viento de madera ( por ello el saxofón es considerado miembro de la familia de los instrumentos de viento madera), como por ejemplo su boquilla con una lengüeta y su sistema de llaves, ambas características muy parecidas a las del clarinete. Los saxofones forman una familia de siete instrumentos llamados, según su altura sonora, sopranino, soprano, contralto, tenor, barítono, bajo y contrabajo. El sonido de todos ellos es muy peculiar, casi nasal. Aunque ofrecen muchas posibilidades técnicas, han sido poco empleados en obras sinfónicas. El primer saxofón apareció en París en 1844. Su creador fue el fabricante de instrumentos belga
Adolphe Sax. A finales del siglo XIX el Ejército francés lo adoptó oficialmente y se extendió con rapidez a otros países. Durante la I Guerra Mundial se generalizó su popularidad y se convirtió en uno de los instrumentos solistas más importantes. Hoy el saxofón es fundamental en músicas modernas tales como el jazz. La forma del saxofón, saxo, facilita mucho la ejecución del mismo. Mientras se tocan las llaves superiores con la mano izquierda y las inferiores con la derecha, la forma curva del instrumento hace que quede justo a la altura de la boca del saxofonista. El sonido se produce por el aire que sopla el músico, que hace vibrar la lengüeta de la boquilla. Los diversos tonos se logran al tapar los diversos agujeros a lo largo del instrumento. El cuerpo del saxofón tiene una forma cónica parecida a la del oboe, pero la diferencia es que tiene una curvatura llamada culata que termina en el pabellón, que es la estructura en forma de campana que proyecta el sonido. Por todo el cuerpo del saxo, están ubicados los orificios que se tapan mediante llaves o platillos; la boquilla también presenta un orificio con una llave.
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