El Palacio Ducal se remonta al siglo IX. Tiene la parte externa de estilo gótico y el interior, clásico. En un principio, era una fortaleza con planta cuadrada con altas murallas de defensa, dentro de éstas se tomaban las decisiones más importantes para el destino de Venecia. Además de ser la residencia del dux, era la sede del gobierno y la magistratura, acogía a muchos altos funcionarios, tenía sala de armas, tribunales y prisiones. A causa de varios incendios, el edificio fue reconstruido entre los años 1340 y 1419, para darle a Venecia una sede prestigiosa y una nueva sala para el “Maggior Consiglio” (El Consejo Mayor”). La fachada es una obra maestra del gótico y como era habitual, el edificio se remató con una crestería, para añadir monumentalidad y verticalidad a su esencia. El interior se configura en torno a un patio renacentista, típicamente configurado con varios pisos sobre arquerías, las del piso inferior de medio punto mientras que las superiores son apuntados. El interior del palacio es de mármol de Verona. La entrada principal al palacio era la Puerta “della Carta”, una puerta gótica del siglo XV, desde la que, siguiendo por un porticado, se llega al Arco Foscari y al patio interno donde se halla la Escalera de los Gigantes, una famosa obra del siglo XV, donde se coronaba al dux. Debido a su gran prestigio, durante varios siglos ha sido el único edificio de Venecia que se definía como “palacio”, todos los demás se llamaban “ca”, la abreviación de casa. Los mejores pintores, desde Tintoretto a Veronese, contribuyeron con sus obras para embellecer las paredes y los techos de los atrios y las estancias de los tres pisos del edificio (los aposentos del dux, la sala del colegio, la sala del senado, la sala del consejo de los diez, la sala de la brújula, etc.) para que el palacio reflejara la gloria del poder de la República de Venecia.
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