El Carnaval de Venecia
El Carnaval de Venecia es uno de los carnavales más famosos del mundo y sin duda el más elegante. Se celebra en esta ciudad desde el siglo XII, cuando durante algunos días, o incluso meses, se dejaba vía libre a cualquier tipo de transgresión. El carnaval se creó para conceder a la población más pobre un momento de diversión e incluso la autorización de burlarse públicamente de la aristocracia. Desde el principio se impuso el hábito de usar máscaras que pudiesen ocultar la identidad, sin diferencias de sexo, clase o religión. Esto dio origen a un verdadero negocio: en 1436 se escribió el estatuto de los artesanos de las máscaras, hoy célebres y vendidas en todo el mundo. Los festejos alcanzaron el máximo esplendor en el siglo XVIII, convirtiéndose en una de las atracciones turísticas preferidas de toda Europa, se acercaban aristócratas y viajeros en busca de placer y diversión. A esta época se remontan la vida de uno de los vividores más famosos de la historia, Giacomo Casanova, que encarna perfectamente el espíritu de su tiempo. Con la decadencia de Venecia como poder militar y mercante, el carnaval palideció hasta casi desaparecer. La vestimenta del Carnaval y trajes que se utilizan son característicos de principios del siglo XVIII y abundan las "maschera nobile", que es una careta blanca con ropaje de seda negra y sombrero de tres puntas. Estas máscaras servían a la aristocracia para mezclarse con las clases bajas sin ser reconocidos. Después de casi dos siglos de cese de la celebración, prohibida por Napoleón y los Austrias, en 1979 el Carnaval volvió a tomar poseso de la ciudad. Hoy miles de visitantes acuden a Venecia en estas fechas para admirar los espectaculares disfraces de quienes invierten miles de euros para lucir como una estrella durante algunos días del año o sólo para mezclarse entre la gente y perderse por las callejuelas de esta ciudad única.
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