miércoles, 10 de octubre de 2018

De profesión, lento

Choloepus

El perezoso
Así es como se conoce comúnmente al mamífero que se puede encontrar en Centro y Sudamérica, aunque su nombre oficial es el de: folívoros (Folivora) o filófagos (Phyllophaga) . De la familia de los placentarios (clase de mamíferos que son alimentados por la placenta mientras se encuentran en e útero materno) del orden Pilosa (al igual que los osos hormigueros, los tamandúas). Tienen un tamaño de entre 0,5 y 1,7 metros y aunque existían más de 50 géneros en la actualidad, han sobrevivido, por desgracia, solamente dos, con dos y tres dedos, Choloepus y Bradypus. Además de esta diferencia entre un género y otro también está la de que los primeros tienen seis vértebras cervicales, mientras que el Bradypus tiene entre nueve y diez, pero por lo demás son altamente similares. Se caracterizan por tener unas patas delanteras que las traseras. Las delanteras terminan en unas uñas en forma de gancho que les permite agarrarse más fácilmente a las ramas o en caso de necesidad como defensa ante depredadores, como anacondas, pumas, jaguares o águilas harpías. Se alimentan principalmente en hojas, yemas y brotes tiernos aunque también toman insectos, reptiles y algunas aves. Las hojas las cogen de los árboles donde desarrollan gran parte de su vida, ya que no están preparados para andar por el suelo. Esta dieta, además no es digerida por los perezosos de forma rápida durando cerca de un mes y les proporciona muy poca energía y nutrientes, de ahí sus movimientos lentos característicos. Si alguna vez ves un perezoso que parece que se ha teñido el pelo de verde, se trata de en ocasiones viven en su cabello cianobacterias o algas clorofíceas que le permiten camuflarse. Hace millones de años los perezosos eran ligeramente diferentes, eran bípedos, con las patas anteriores más cortas que las posteriores, y existe la posibilidad d que tuviesen un tamaño mucho superior al actual, llegando a ser más grandes que un elefante.